27 de mayo de 2013

La bella y la bestia

La bella y la bestia

Mientras se arrancaban la ropa en la oscuridad, velas se encendieron en toda la habitación. Y aunque la penumbra se desvanecía, ella sintió temor.

—Está bien, sólo es un pequeño truco de magia. — Dijo él. Y la tranquilizó con un beso. — Vamos cariño, cierra tus ojos.

Ella confió y cerró sus ojos al tiempo que él se convertía en una bestia horrible. 

Esos ojos, nunca se abrirían otra vez.

FIN..


L.D.